viernes, 3 de diciembre de 2010

Sobrevivir para ir, sobrevivir para volver: una novela de exilio

Papel picado, Rolo Diez

Una muy buena novela negra “a la argentina”, si es que tiene sentido tal definición. Bastante alejado al clásico lenguaje crudo, cortante, seco de los norteamericanos, el estilo de Diez es elaborado, depurado en extremo en su forma. Sin la clásica profusión de diálogo que hace trepidante el devenir de la novela negra “de manual”, Diez se las arregla más que bien para llevarnos con humor a través de esta historia de los años negros de nuestra Historia.

Luego de estar a punto de engrosar las listas de desaparecidos, el Negro y Mariana y el Chato, familia de militantes de izquierda, deben exiliarse. Comienza un periplo en el que pasearán su desarraigo por Europa y América, en una especie de “novela costumbrista del exiliado político”, por momentos tierna, por momentos melancólica.

Mientras tanto, su perseguidor, el desafortunado parapolicial Césare D’Amato, alias Puma, alias Lombroso, también se ve obligado a escapar del país, acosado por sus propios colegas, toda gente que se especializa en torturar y matar (y son horrorosamente buenos en lo suyo…)

Luego de recorrer Europa, el destino quiere que las vidas de estos personajes, estas “distintas concepciones del mundo” vuelvan a cruzarse en México, en una serie de encuentros y persecusiones desopilantes, con personajes estrafalarios como el taxista don Herminio, el jefe de la corrupta Policía Judicial o el periodista JM.

Al final, y en lo que tal vez sea una metáfora de nuestra historia circular, unos y otro deciden, una vez vuelta la democracia, retornar a la Argentina. Con sueños y expectativas diferentes, claro, pero pasajeros de un mismo vuelo.

Rolo Diez vive en México, desde su propio exilio en 1980, y forma parte de ese grupo de escritores “negro-criminales” argentinos, casi desconocidos en su país y bien considerados en España. Los otros dos son Raúl Argemí y Guillermo Orsi.

7/10

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