lunes, 13 de febrero de 2012

Sobre una fina capa de hielo

Crímenes, Ferdinand von Schirach



Se sabe que el relato corto participa del origen del género negro. La revista Black Mask, y toda esa movida que acompañó a la Gran Depresión. Y eso para no hablar del estadío evolutivo previo, con Poe y su investigador Dupin. Sin embargo, en mi experiencia personal, el canal ancho de acercamiento al género fue siempre la novela. Incluyendo las de esos mismos autores que publicaban en aquellas revistas baratas. Desde luego, coleccionadicto como soy, he leído más tarde aquí y allá los relatos cortos de Chandler, alguno de Hammet, o de Ross Macdonald. Pero fueron excepciones, breves paseos por las afueras de la fortaleza, para siempre volver a la seguridad de la novela. ¿Será que no hemos tenido por estas latitudas las revistas de relatos tan populares en el norte? Quién lo sabe.

El asunto es que hoy voy a escribir sobre una excelente colección de relatos. Eso es Crímenes, de un autor hasta ahora desconocido para mí, y creo que para muchos lectores en español. Fenómeno de ventas en Alemania, donde creo que ya ha editado un par de libros posteriores a este, Von Schirach es un abogado penalista que ejerce en Berlín, y a quien se le dio por escribir ficciones basadas en/inspiradas en/con elementos de los casos en los que se ha visto envuelto. Y lo hace maravillosamente bien.

Los sucesos que se narran, los personajes que intervienen, todos pertenecen a los ambientes del género negro: prostitutas, políticos de moral dudosa, pequeños traficantes, ladrones, pandilleros skin, asesinos profesionales y amateurs, locos diversos. Lejos de los acristalados rascacielos del poder, monumentos a la eficiencia germana, ellos sobreviven en los fríos y poco hospitalarios barrios de Kreuzberg y Neukölln, márgenes de ese fascinante laboratorio multicultural que es el Berlín post-muro.

Sin embargo, puede haber quien cuestione la pertenencia de los cuentos de Crímenes al género negro. Ya sabemos cómo son los puristas. Pero justamente, creo que ese caminar por el límite, por ese filo, es lo que hace tan bueno a este libro. Porque ese es el tema de esta obra: los límites, su fragilidad, lo etéreos, inasibles y porosos que resultan a menudo, y lo que hace que los seres humanos se encuentren con asombrosa facilidad de un lado o del otro. La “fina capa de hielo que nos separa de una muerte rápida”.

Von Schirach escribe en el atrapante prólogo que tenía un tío, juez penal, que les contaba, de niños, inentendibles casos de homicidios. Todos los empezaba con la misma frase: “La mayoría de las cosas son complicadas, y la culpabilidad es siempre un asunto peliagudo”. El tío, juez probo y admirado, veterano de guerra, un día se voló el bocho de un escopetazo.

Ferdinand von Schirach eligió otro camino: esquivar la escopeta escribiendo excelentes cuentos. Que siga así, por su bien y por el nuestro.

Traducción: Juan de Sola

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2 comentarios:

  1. No tenía ninguna referencia ni de la obra ni del autor.... pero me lo apunto, por si acaso.
    Un saludico, Ariel.

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  2. Hola, Jabi. Gracias por pasar.
    Justo esta semana salió aquí, en el Radar de Página/12 (un atendible suplemento cultural) una nota sobre Von Schirach: http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/libros/10-4575-2012-02-21.html
    Vale la pena leerla.
    Un abrazo,
    A

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