jueves, 28 de febrero de 2013

El lugar que te corresponde


—Una ola —dice Boone— te coloca en el lugar exacto del universo que te corresponde. Supón que eres un engreído, que te crees el rey del universo; entonces sales allá afuera y la ola te da una paliza: te levanta, te echa abajo, te revuelca, te refriega por el fondo y te retiene allí un rato... Como si Dios te dijera: "Oye, alfeñique, cuando te deje volver a subir, toma una bocanada de aire y a ver si te puedes alejar de ti mismo un poquito". O digamos que estás depre, que sales y te sientes una mierda, como si en el mundo no hubiera lugar para ti. Sales y el mar hace que te deslices suavemente, como si solo fuera para ti... ¿Comprendes? Es como si Dios te dijera: "Bienvenido, hijo mío, esto es para ti y está todo bien". Una ola siempre te da lo que necesitas.

(Don Winslow, El club del amanecer, Madrid, Martínez Roca, 2012, pg 259)

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