lunes, 18 de febrero de 2013

Frío y prolijo


El guardián de los niños, Johan Theorin

Viéndolas desde este extremo sur, caliente y latino, sucio y desprolijo, no se puede evitar la conclusión de que ciertas cosas sólo pueden suceder en Suecia.
Intentá imaginar una clínica psiquiátrica ultra profesional, amurallada y distante, pero limpia y segura. Que aloje pacientes de diversa gravedad, y hasta asesinos seriales condenados. Que al lado de esa clínica funcione una guardería infantil para los hijos de los internos, en una especie de experimento que busca demostrar las virtudes del contacto entre padres (internos y "enfermos") e hijos (externos y "sanos"). Que en esa guardería pueda trabajar un joven maestro de niños. Un varón que educa, juega, cuida a los pequeños, incluso velando por ellos durante las noches. ¿Intentaste imaginar todo eso?
Bien: estás imaginando Suecia.
La progresista y moderna Suecia, el paradigma del estado de bienestar. Un lugar distante, en el que todo es tan civilizado, moderno, limpio y prolijo.Y frío. Bienvenidos a Suecia. Y bienvenidos a la literatura de Johan Theorin, donde todo es tan... sueco.
El protagonista de El guardián de los niños es Jan Hauger. Jan es un joven algo tímido, que está llegando a la treintena, y se muda a la sureña ciudad de Valla para emplearse como maestro en una guardería infantil. Es una guardería especial: funciona en la clínica psiquiátrica Santa Patricia, o Santa Psico, como la llaman los lugareños. Al llegar lo entrevista el enigmático doctor Högsmed, perfecto director para el misterioso instituto. Jan es aceptado y comienza a trabajar. Parece feliz entre los niños de Calvero (ese es el nombre de la guardería: Calvero, un claro en el bosque). Enseguida demuestra que puede ser un docente capaz y responsable.
Pero claro, tal como parece decirnos no sólo Johan Theorin sino toda la novela negra nórdica —empecinada en mostrarnos las imperfecciones del lugar perfecto—, nunca nada es lo que parece. Mucho menos en un lugar tan idílico. Muchísimo menos en Suecia, el estado del aparente bienestar, el lago de superficie calma y fondo turbulento. Pareciera que para vivir en un lugar (en una sociedad) así, siempre hay que esconder algo. Y Jan no es la excepción, pues oculta ciertos episodios de su pasado.
Es que Jan tiene antecedentes profesionales que lo inhibirían para este trabajo en Calvero. En concreto, la desaparición de un niño bajo su responsabilidad en otra guardería, unos nueve años atrás. También, ya que estamos, ocultó su propio paso por un psiquiátrico durante la adolescencia, luego de un intento de suicidio. Allí conoció a Alice Rami, una chica sensible, triste y dark, que lo fascina y lo enamora y con la que sellará un pacto que marcará su vida en adelante. Toda su vida: desde la desparición de aquel niño hasta su elección de Calvero y Santa Psico. Toda una vida marcada por Alice Rami.
Alternando flashbacks de aquellos dos períodos de la vida de Jan, y entre los túneles lúgubres, algunos de ellos secretos, que comunican Calvero y Santa Patricia, transcurre esta historia que es más un thriller que una novela negra. El clima helado, las noches largas, los pasadizos a oscuras, el misterioso personal de la clínica, los compañeros de Jan. Todos son elementos que contribuyen a lo mejor que tiene esta novela: esos momentos de un terror bien logrado.
Porque por lo demás es otro frío y prolijo producto nórdico. Habrá lectores que valoren sus vueltas de tuerca, sus bien administrados momentos de tensión, la dosificación de la información del pasado de Jan. No lo dudo. Pero a mí me aburrió un poco. Comienza lenta, nórdica, con un personaje con el que es imposible empatizar. Jan es sensible, pero un poco tonto, la verdad. Tal vez bienintencionado, sí, pero algo ingenuo. La narración crece en velocidad recién cuando se acerca el desenlace, que pretende redimirlo a Jan. Y aunque tal vez lo haga, no me resultó en absoluto satisfactorio. Desde luego, me guardo los detalles para no revelar nada del final (inesperado, por cierto)
Quienes se interesen por un thriller "de locos", correctamente escrito, con “sorprendentes” giros de la trama, y aquellos a quienes les atraigan las historias ambientadas en ese otro Universo que es Suecia (geográfico, social, cultural: otro Universo), van a disfrutar de esta novela. Yo, para historias de locos, me quedo con Shutter Island de Dennis Lehane.

Traducción: Carlos de Valle


2/13

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