domingo, 11 de mayo de 2014

Puntería de ama de casa

—¿Alguna vez disparaste una de estas, nena?
—No, pero debe ser como apuntar con el dedo.
—Así es. Dicen que por eso, cuando lees la noticia de que un ama de casa le disparó al marido, el tipo no se levanta más. Las mujeres no complican los disparos con cosas raras. Un ama de casa suele tener mucha práctica en apuntarle al marido con el dedo cuando llega tarde por la noche. Y cuando se irrita de veras y usa una pistola en vez del dedo, le pega donde duele.
—Yo no soy ama de casa.
—No, pero tienes algunos síntomas.


(Elliott Chaze, Mi ángel tiene alas negras, Buenos Aires, La Bestia Equilátera, 2013, pág 124)

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