Ahora, también como siempre, el Seba se pondría hablar de
Fonseca, del escritor, claro, no del jugador.
—Que fenómeno ese brasilero... Pensar que era ortiba. Pero
vos sabés que tiene razón, ¿no? Yo, cuando me viene la historia culposa con el
tema este de robarle a la gente, me lo pongo a leer y me levanta el ánimo. “Yo
no estoy robando —dice—, estoy agarrando lo que me deben. Me deben esto, me deben
aquello. Me deben guita, me deben mujeres, me deben médico, me deben pilchas”.
Te lo deben, papá.
—Me hacés acordar cuando iba la facultad: la propiedad
privada es un robo...
—Claro, lo pajeros decían la propiedad privada es un robo
y después iban a la casa de los papás… Qué fácil... Si verdad creés que la
propiedad privada es un robo venite conmigo una noche y ponete a escalar…
—No me jodas que vos escalás… —le dijo Demonio admirada.
—Buenas noches, auditorio —le cantó, burlón, el Seba.
(Gustavo
Escanlar, Estokolmo, Montevideo,
Criatura Editora, 2014, pág 73)
No hay comentarios:
Publicar un comentario